La pervivencia de la oralidad africana entre los afrolatinos, su papel en el cimarronaje y la construcción de una cultura de resistencia

ENTRE LOS SIGLOS XVI Y XVIII, más de veinte millones de africanos llegaron esclavizados a distintas costas de las Americas, en un comercio de carne humana que supuso la mayor ofensa colectiva que haya sufrido jamás nuestra especie. Por razones obvias de cercanía geográfica, la inmensa mayoría de est...

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Published in:Guaraguao (Barcelona, Spain) Vol. 27; no. 75; pp. 29 - 46
Main Author: Ofogo, Boniface
Format: Journal Article
Language:Spanish
Published: Barcelona Asociacion Centro de Estudios y Cooperacion para American Latina 01-01-2024
Centro de Estudios y Cooperacion para America Latina
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Summary:ENTRE LOS SIGLOS XVI Y XVIII, más de veinte millones de africanos llegaron esclavizados a distintas costas de las Americas, en un comercio de carne humana que supuso la mayor ofensa colectiva que haya sufrido jamás nuestra especie. Por razones obvias de cercanía geográfica, la inmensa mayoría de estos cautivos procedían de la costa occidental de África, desde las orillas del actual Senegal hasta la costa de Angola.1 Los comerciantes de esclavos tenían miedo de adentrarse en la jungla del corazón de África, que entonces les parecía un territorio desconocido e inhóspito. En otros términos: ¿qué importancia tiene la transmisión oral en un contexto tan hostil como el que les tocó a los africanos esclavizados? ¿Cuáles son los mecanismos por los que se ha operado la transmisión oral entre distintas generaciones de las comunidades afrolatinas? El valor y la fortaleza de la memoria oral de los esclavizados desafiaron con notable éxito obstáculos tales como el paso del tiempo, la mezcla de poblaciones étnicamente diferenciadas, el aislamiento social y cultural (los esclavos no tenían derecho a juntarse con otros esclavos, para evitar cualquier atisbo de rebelión)4 o la pérdida paulatina del idioma original. En efecto, en la oralidad primaria de la que ellos procedían, el idioma original interpreta un papel fundamental, si cabe más incluso que en la transmisión escrita, donde las traducciones y la permanencia de los textos escritos mantienen físicamente la «cadena de transmisión». Si nos atenemos a la definición que da el poeta Agustín García Calvo de la realidad, «la realidad es aquello de lo que se habla»,5 debemos pensar que, al perderse sus idiomas africanos, los esclavos estaban condenados a perder también la realidad, social y cultural que siempre habían expresado a través de esos idiomas, pues no sería posible seguir hablando de ella sin el código de comunicación que representa el idioma. Pero un idioma representa la visión del mundo, la cosmogonía y la idiosincrasia de la gente que lo habla. Hoy en día, únicamente a través de ese legado oral de los primeros esclavizados, compuesto por las más variadas expresiones de la oralidad ancestral africana (cantos, arrullos, cuentos, leyendas, mitos, epopeyas y proverbios), con la simple tipología y la temática de estos cuentos y leyendas, y con los residuos lingüísticos afro, se puede establecer de manera fidedigna la procedencia de las distintas comunidades de afrodescendientes, a pesar de la voluntad de los esclavistas de borrar las huellas de su memoria, mezclándolos continuamente.
ISSN:1137-2354